¿Qué es el bullying?

La adolescencia es una etapa del ciclo vital donde se dan importantes cambios físicos, psicológicos y cognitivos. Con frecuencia es en esta etapa donde se inician y experimentan conductas de riesgo o antisociales como el bullying o acoso escolar.

Una de las situaciones más preocupantes que se dan en esta etapa en el ámbito educativo es el acoso escolar (bullying en inglés), es decir, el maltrato físico y/o psicológico intencionado y recurrente que ejerce un estudiante o varios hacia otro compañero.

Más de la mitad de las situaciones de acoso que se dan en las escuelas es por agresión verbal (poner motes ofensivos o insultar), seguido muy por debajo por la agresión física directa, y en la mayoría de los casos los involucrados son varones.

Efectos directos del bullying

Los efectos directos que tiene el bullying en los agresores es un refuerzo en su conducta agresiva, y en la víctima, consecuencias psicológicas, físicas y sociales negativas. Puesto que tanto agresor/es como víctima se exponen recurrentemente a situaciones violentas, los riesgos de sufrir sintomatología depresiva, malestar general, ansiedad, baja autoestima, aislamiento, no son sólo por parte de la víctima.

Detectando el bullying

Las conductas más comunes en los adolescentes que sufren bullying son las siguientes:

  • No querer asistir a clase.
  • Ansiedad y nerviosismo que aumenta la tarde/noche anterior a ir a clase después de varios días no lectivos o ausencia a clase.
  • Tristeza no justificada por otro motivo personal o familiar.
  • Cambios de carácter repentinos.
  • No querer salir de casa.
  • Trastornos del sueño.

Aspectos a tener en cuenta:

Por otra parte, el agresor puede manifestar impulsividad y fracaso escolar, aunque estos factores no son determinantes para que se dé dicha conducta.

El núcleo familiar juega un papel muy importante en esta problemática. La normalización de conductas violentas y una comunicación deficiente son proclives para que se den conductas de riesgo que pueden derivar en bullying.

El camino a seguir…

Es importante reconocer las situaciones de acoso escolar, para así intervenir lo antes posible y prevenir que una agresión puntual derive en un caso de bullying, y evaluar a los involucrados antes de que la sintomatología sea mayor.

Un correcto desarrollo de la inteligencia emocional y de la resiliencia pueden constituir las principales barreras contra el bullying.

Fuentes consultadas:

– Cerezo, F., & Méndez, I. (2012). Conductas de riesgo social y de salud en adolescentes. Propuesta de intervención contextualizada para un caso de bullying. Anales de psicología28(3).

– Loredo-Abdalá, A., Perea-Martínez, A., & López-Navarrete, G. E. (2008). “Bullying”: acoso esocolar. La violencia entre iguales. Problemática real en adolescentes. Acta pediátrica de México29(4), 210-214.