El maltrato y las agresiones pueden producirse en todas las etapas de la vida y le puede ocurrir a cualquier persona: hombres, mujeres, niños, adolescentes, personas mayores, pobres, ricos… En cualquier caso, estas acciones suponen un deterioro en la salud y el bienestar de las personas que lo sufren.
Pese a que existen numerosos estudios sobre el maltrato físico que arrojan datos bastante específicos, no ocurre lo mismo con el maltrato psicológico, puesto que existe cierta controversia en cuanto a la definición y diferenciación entre diferentes tipos de agresión o maltrato emocional. En este artículo voy a hablar de cómo detectar el maltrato psicológico, sin distinción de género, edad, nivel económico o nivel educativo.
El maltrato psicológico puede realizarse de muchas maneras y es a menudo difícil de reconocer, y en todos los casos supone un deterioro grave en la salud y calidad de vida de la persona agredida. Debido a que este tipo de maltrato puede hacerse sutilmente (unido a otros factores como la normalización de este tipo de agresiones), la víctima de una agresión psicológica puede no ser consciente de ello, o puede que sí que lo sea pero no lo considere como algo que deba ser denunciado.
¿Qué es el maltrato psicológico?
Algunos de los pacientes que acuden a mi consulta con problemas de ansiedad y miedos acaban por darse cuenta de que están sufriendo un maltrato emocional por parte de algún familiar (o varios) o de su pareja. Estas personas han vivido durante tiempo (a veces muchos años) situaciones de rechazo, aislamiento, humillación, prohibiciones, etc., con resentimiento hasta que la situación les ha sobrepasado y han podido dar el paso de pedir ayuda.
El concepto de maltrato psicológico es difícil de definir. Por este motivo, y con la intención de despejar cualquier duda, vamos a ver la diferencia entre el maltrato físico y el psicológico:
Maltrato físico
Se produce maltrato físico cuando se golpea, sacude, abofetea o pega a otra persona. Esta conducta puede provenir tanto de una persona conocida como de un desconocido y, aparte de las lesiones físicas, puede conllevar secuelas emocionales.
Maltrato psicológico
El maltrato psicológico proviene generalmente de una persona cercana a la víctima, la cual ejerce una posición de poder en una o varias áreas de la vida de la víctima, a la que somete, humilla, prohíbe o descalifica. Estas agresiones llevan a la víctima a devaluarse como persona no merecedora de respeto, amor, ocio y, en definitiva, bienestar. Este tipo de maltrato puede darse o no con agresiones físicas.
Una detección precoz e información a los servicios sociales, profesionales sanitarios o fuerzas de seguridad, puede reducir las consecuencias del maltrato psicológico facilitando la intervención temprana ante este tipo de situaciones. Según las últimas investigaciones es un problema que sigue en aumento, y las medidas mencionadas son necesarias para reducir este tipo de agresiones.
Cómo detectar el maltrato psicológico
Algunos de los principales síntomas de que se está sufriendo maltrato psicológico son la falta de sueño, los pensamientos negativos, la culpabilidad y, por encima de todo, una autoestima muy baja.
Debido a la naturaleza dinámica de este tipo de maltratos, más que en situaciones o acciones concretas, podemos fijarnos en ciertas pautas o comportamientos que reflejan indicios de maltrato psicológico:
1. No puedes decidir cosas que te conciernen directamente
Tienes que consultar si puedes quedar con un amigo/a, si puedes comprar algo, o por el contrario si algo te parece mal no puedes dar tu opinión o decidir que no quieres hacer cierta cosa. Tu derecho a elegir tus amistades o decir lo que piensas está restringido.
2. Falta de libertad en tus horarios
Tu día a día está controlado por otra persona. No tienes el poder de decidir sobre las actividades que realizas en tu tiempo libre o no se te permite trabajar o luchar por tus objetivos profesionales o laborales.
3. No tienes el control de tus cuentas bancarias, móviles, correo, etc.
No se respeta tu privacidad, o incluso se te deniega la gestión de tus cuentas corrientes o personales con el fin de controlar tu vida y no permitir que realices actividades por tu cuenta sin el consentimiento de la otra persona.
4. Sentimientos recurrentes de culpa y terror.
Ante un problema o discusión, eres el/la culpable de lo sucedido y las consecuencias negativas se reciben en modo de castigo, lo que puede generar sentimientos de culpa y miedo ante este tipo de situaciones, haciendo todo lo posible (complacer a la otra persona, asumir la culpa, no protestar o defenderse, etc.) por evitar de nuevo este tipo de situaciones.
Qué hacer ante estas situaciones
Como he mencionado más arriba, lo ideal es informar este tipo de situaciones lo antes posible o si se sospecha que se pueden estar dando, ya que las consecuencias de estas agresiones pueden agravarse con el tiempo (no sólo por el paso del tiempo, sino por los perjuicios de esta clase de agresiones).
Según lo visto anteriormente, debemos intentar identificar indicios de maltrato psicológico. Puede que no sean acciones concretas, sino que se prolonguen en el tiempo y se den de diferentes formas.
Pon límites de manera asertiva y contundente. Tienes derecho a defender tus valores y creencias, y nadie tiene derecho a someterte a ningún criterio u obligación.
En estas ocasiones puede experimentarse la sensación de que resulta imposible conseguir algún cambio debido a que nuestra autoestima está dañada y las expectativas de mejorar la situación son escasas. Por esta razón, si se ha intentado salir de una situación de este tipo sin éxito, la asistencia psicológica puede ser de gran ayuda para poder superarla.
Espero que este artículo haya sido de tu agrado. Te animo a que comentes tu opinión al respecto o que contactes conmigo para cualquier necesidad al respecto.
Eduardo Bertomeu
Psicólogo
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